¿Y si fuera tu hija?

PERÚ: ESTE MIÉRCOLES PODRÍA CERRARSE UN CASO DE FEMINICIDIO SIN LLAMARLO COMO TAL

Exigen justicia real para Kimberlit Tapia y para todas las mujeres asesinadas por violencia de género en el Perú

Este miércoles 9 de julio, el Poder Judicial del Perú emitirá sentencia contra Yoshua Huaman Jerez, principal sospechoso del asesinato de la joven enfermera Kimberlit Maricielo Tapia Ortiz. Sin embargo, pese a las evidencias y al patrón de violencia de género detrás del crimen, el acusado no está siendo juzgado por feminicidio, sino por un delito de homicidio simple, lo que representa —según su familia y quienes la conocieron— un grave retroceso en la lucha contra la violencia hacia las mujeres y un acto de impunidad institucional.

Kimberlit fue vista por última vez el 7 de septiembre de 2024 en Chancay, donde trabajaba como enfermera en el hospital de la localidad. Su cuerpo fue hallado días después, calcinado dentro de un condominio en Cieneguilla. La joven, natural de Barranca, había mantenido una relación con el acusado, Yoshua Huaman Jerez, de 28 años. Desde su detención, Huaman ha intentado evadir su responsabilidad, incluso negándose a identificarse durante la audiencia de control de identidad. Pese a que la investigación inicial lo señalaba como presunto autor de un feminicidio, hoy el caso avanza bajo una figura penal que minimiza la gravedad del crimen. Sus excompañeros del hospital, familiares y amigos se han movilizado en reiteradas ocasiones para exigir que se haga justicia con el verdadero nombre de las cosas: feminicidio.

La situación se agrava en un país donde los feminicidios no cesan y, por el contrario, se incrementan año tras año. En 2024, el Perú registró 170 feminicidios, un aumento del 13 % respecto al año anterior. Solo entre 2022 y 2024, más de 450 mujeres fueron asesinadas por razones de género, según reportes de la Defensoría del Pueblo. A esto se suman cientos de intentos frustrados y un número aún mayor de desapariciones sin resolver. El primer trimestre de 2025 cerró con 49 nuevos feminicidios, más de la mitad de ellos en mujeres jóvenes entre los 18 y 29 años. Esta ola de violencia exige respuestas firmes del sistema judicial, no dilaciones ni reducciones en la gravedad de los delitos.

En declaraciones ofrecidas esta semana, el padre de Kimberlit alzó la voz con fuerza: “No solo estoy pidiendo justicia por mi hija, estoy pidiendo justicia por todas las mujeres que han sido asesinadas por el hecho de ser mujeres. No aceptar que esto fue un feminicidio es encubrir al asesino y negar el dolor de cientos de familias. Mi hija no fue una víctima más, fue una joven con sueños, con una vida por delante. ¿Cómo es posible que un crimen tan brutal no sea reconocido como lo que realmente es?”.

El padre también hizo un llamado directo al sistema judicial y a los medios: “Al Poder Judicial le exijo que no mire a otro lado. Que escuche el clamor de una sociedad que ya no tolera más impunidad. No queremos condenas simbólicas, queremos justicia real. Y a los medios de comunicación les pido que estén atentos, que no dejen que este caso pase desapercibido. La justicia necesita luz, necesita ojos que vigilen y voces que denuncien. Mañana puede ser la hija de cualquiera de ustedes”.

Este miércoles, el país se enfrenta a una decisión clave. Si el fallo ignora el componente de género en el crimen de Kimberlit, se estará enviando un mensaje devastador a miles de mujeres: que sus vidas valen menos ante la ley.

Fuente: Nota de prensa